domingo, 4 de noviembre de 2012

Relatos Inventados por mí , ¿o no?


Misión Contacto.
Era una madrugada fría y lluviosa. Lo yacía en la cama, abandonada a los placeres de Morfeo, que con respiración profunda y rítmica, ponía melodía al hermetismo de su pequeña habitación, que tantas y tantas veces, había asistido como mudo testigo, de hechos que muy pocos podrían llegar a creer o tan siquiera imaginar.

Lo ajena a lo que estaba a punto de suceder, soñaba con un lugar sacro de color marfil, poseía edificios cristalinos de formas geométricas, vegetales de tonos multicolores, animales inéditos junto a seres de morfología extraordinaria, que lejos de causar en ella, miedo o espanto, le transmitían una confortable sensación de familiaridad.
Sin apenas gesticulación o comunicación gutural, Lo saludaba con irreverente seguridad a aquellos extraordinarios ejemplares, que hubieran maravillado al mismísimo Julio Verne.
Ellos a su vez, correspondían con un lacónico: - ¡Bienvenida a casa!
El camino que seguía, era curvo con cierta pendiente hacía la izquierda que parecía no tener fin. Dirigiera donde dirigiera su miraba, aquel paisaje atesoraba una luminiscencia sin igual, que vivificaba todo aquello, que pudiera existir allí.
La atmósfera era liviana, limpia y como si de un presente se tratara, el ambiente disfrutaba de un intermitente olor a néctar, polen y rosas.
Una vez conquistada la pendiente y asomada a una gran brecha montañosa, apareció ante ella, una lúgubre fortaleza, de la cual surgían 32 direcciones. Cada dirección tenía 10 torres romboidales, y cada torre poseía 22 puertas.
Desde su posición, veía como en ese inhóspito rincón, deambulaban humanos como zombis, sin orden ni concierto. Ingerían dinero, bebían ungüentos y adquirían posesiones, en truncados intentos de calmar y saciar su permanente estado de ansiedad, de miedo. Vomitaban bilis, sonreían con soberbia y en lo más profundo de sus corazones, apreciaba la falsedad y el desconocimiento de aquello, que movía y regía sus pasos, El Imperialismo personal y sofisticado, que maquillado con formas de diplomacia y buen hacer, estaba arruinando lo más verdadero que poseían dentro de sí, El amor.

 Lo más aterrador era ver las escenas de humanos coronados por una especie de halo gris que conectaba unos con otros. Sobre ese halo funesto, había otros de color: dorado, azul, fucsia y purpuras, que también les conectaba. Pero a diferencia del primero, sus vertebradas extensiones  cada vez iban siendo mermadas por el primigenio, que avanzando sin cuartel sobre el resto, transformaba su color original, al mismo gris plomizo y apagado, que él.

<< Estas asistiendo, al ocaso colectivo de una civilización que no ha sabido controlar sus instintos más bajos de supervivencia  junto con una retrograda y errada asimilación del conocimiento. Ha sido malinterpretado, terriblemente transmitido, dirigido y experimentado, vuestros recursos se agotan, y no hay marcha atrás>>.

Lo, al escuchar semejante declaración, giro sobre sí misma y vio ante sí a un ser de dos metros de estatura, con cabeza de pera invertida, ojos penetrantes, negros y almendrados, rodeado de varios seres de igual fisionomía, pero con distintas estaturas y vestimentas.
Sus ojos oscuros estaban clavados hacía ella y señalándola hacia el pecho, sentenció:
-     -     Es la esfera de donde tú procedes.

Un zumbido ensordecedor le sacó de tan apocalíptica ensoñación y al abrir sus ojos descubrió, que estaba en su cuarto y que todo obedecía a un desafortunado y loco sueño (¿?).
Una descarga eléctrica y punzante, recorrió su columna vertebral y tras un impulso de querer incorporarse, comprobó que se encontraba en la más absoluta “inmovilidad”.
Su cerebro registraba todo aquello que componía su pequeña habitación y sus ojos parecían querer doblegarse a un nuevo descanso, pero su mente despierta y en guardia, fue a poner atención a miles de chispas que de forma inteligente y coordinada, danzaban por el techo.
Inicialmente formó una estela para después ir formando un cuerpo, dando como resultado un ser que, no daba lugar a error, era él, el ser del sueño de dos metros.
Lo, no podía creer lo que estaba viendo ¿Estaría ante un nuevo sueño?, ¿Una burda crisis de ansiedad?, ¿esquizofrenia repentina?...
El ser posicionándose frente a ella, sin mediar palabra alguna e inmóvil, transmitió de forma mental:
 - No temas, no te haré daño.
Lo, estaba empezando a hiperventilar, su corazón bombeaba a más de 120 pulsaciones por minuto y su mente intentaba justificar de manera racional y a gran velocidad, ¿qué era aquello y qué querría de ella?.
 -No temas, te tranquilizaré.
El ser, toco con su mano de cuatro dedos,  la frente de Lo y como por arte de magia, de la otra surgió una luz pequeña  que se posicionó, en el pecho de está.
De manera providencial su organismo y ella, comenzaron a estar en un estado hipnótico, que no provocaba reacción alguna en su sistema nervioso y motor. Sin embargo milagrosamente, su mente seguía registrando, todo lo que estaba sucediendo.
-           -Te sigo desde niña, conozco tu vida, tus mejores y peores acontecimientos y aunque no me veas, a tu lado   siempre estoy. Créeme si te digo, que esto no es un sueño, muy pronto lo descubrirás.
      Sigue las indicaciones; Una vez estés despierta, sal a la venta y mira hacía al Este, allí algo ocurrirá.

Lo, con sus ojos clavados en el ser, sintió como unas lagrimas afloraban de sus ojos, tras ver como flashes en su mente, imágenes del pasado donde, como un testigo “invisible” ese ser, observaba junto a otros, las cosas que iban ocurriendo en vidas ajenas y en la suya propia.
-          -  El camino es simple; sigue tu corazón y aléjate del ego. Aprende del error y regocijate en el acierto. 
        Haz aquello que te pueda llenar de orgullo y  huye de errar por errar, más tú no estás para ello.

Un nuevo zumbido, hizo que Lo saliera de ese estado de duermevela, se sentía entumecida y como si una falta de oxigeno estuviera apoderándose de sus maltrechos pulmones. Sus ojos, volvieron a abrirse de manera perezosa y cansada, mientras intentaba con éxito levantarse de la cama, para poder comprobar que estaba plenamente consciente y con sus 5 sentidos en activo, pero… súbitamente, recordó las palabras del ser;
-         - Sigue las indicaciones; Una vez estés despierta, sal a la ventana y mira hacía al Este, allí algo ocurrirá.

Tras varios minutos de indecisión y miedo, dirigió sus pasos hacía la ventana, para conquistar la verdad de sus experiencias.
Mientras enfrentaba esos metros hacía el punto de encuentro, su mente en alerta le ordenaba prudencia ante enfermiza curiosidad. La adrenalina empezaba a fluir por su torrente sanguíneo, excitando su pulso y contraindicando tal temerosa decisión.
-        -  ¡Venga tienes que salir de dudas!, ten valor, sal…
Finalmente Lo, salió al exterior y dirigió su mirada al Este y con absoluta nitidez, pudo observar una tremenda esfera circular, de color nácar que contra todo pronóstico de realidad, ocupaba un lugar en el espacio y en el tiempo…
Hizo un alarde de movimiento pendular y sin apenas pasar una milésima de segundo, aquello desapareció de su vista sin más, quedando Lo, con los pies en tierra y el corazón en las estrellas.

3/11/2012, siendo las 23:40 h. Escrito por L.G.I.

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